martes, 29 de marzo de 2016

Introducción

Seguramente hayáis oído hablar del Renacimiento.  Esta fue una etapa muy importante en la historia del Arte. En este periodo hubo artistas muy conocidos. Pero...si os paráis a pensar...¿cuántos de estos son mujeres?

Seguramente no conozcáis a ninguna, y es normal puesto que en esta época la mujer no estaba valorada y siempre estaba a las órdenes del hombre, hasta tal punto de que eran capaces de castigarlas si no obedecían. En general se dedicaban a tareas domésticas y al cuidado de los niños.

Y la iglesia, la cual tenía mucha influencia en ese momento, no ayudaba a mejorar esa visión hacia las mujeres.

A pesar de ello, llegó un momento, a finales del Renacimiento, donde la mujer adquirió un papel muy importante y donde hubo mujeres luchadoras que buscaban destacar y obtener el mismo reconocimiento que un hombre. 

¿Queréis conocer algunas de ellas? 
Pues...¡comienza nuestra aventura!

viernes, 11 de marzo de 2016

Plautilla Nelli

¡Bienvenidos! A lo largo de este blog conoceréis distintas mujeres que tuvieron un papel importante en el mundo del Arte. Como yo fui la primera mujer que destacó en esta época gracias a mis cuadros, empezaré presentándome. Soy Plautilla Nelli y nací en Florencia en el año 1524. 

Como veréis, en el Renacimiento era muy difícil que una mujer tuviera éxito en la sociedad, imaginaos si encima fuera monja. Pues este fue mi caso. Cuando tenía 14 años mi padre decidió que por mi bien yo debía entrar en un convento. Allí, me apodaron Sor Plautilla. Cuando pasó un tiempo, uno de nuestros superiores hizo que comenzásemos a pintar para que no nos aburriésemos. 


La dolorosa (Museo de San Salvi. Florencia)

Yo aprendí de manera autodidacta, aunque me inspiraba en algunos artistas del momento. Y de esta forma, sin querer, llegué  a desarrollar una habilidad que no conocía en mi. Me gustaba tanto, que yo, a diferencia de la gran mayoría de artistas de la época, pintaba cuadros de gran tamaño, y no solo miniaturas. Sin embargo, todas ellas iban relacionadas con temas religiosos. 


La última cena(Iglesia Santa María de Novella. Florencia) 

Aunque yo pensaba que lo hacía bien, en más de una ocasión me dijeron que los personajes masculinos que representaba en mis cuadros tenían características de mujer. No sé si realmente era así, pero la verdad es que como a las monjas no nos dejaban estudiar el cuerpo de un hombre, no estaba segura de que lo que intentaba representar fuera real.

Lamentación con los santos (Museo de San Marcos. Florencia)

Por último, tengo que decir que pocas personas han podido ver mi rostro, pues yo nunca llegué a representarme en un cuadro. Aún así, mis cuadros animaron a otras mujeres a dedicarse a la pintura, llegando a ser un gran referente para ellas. 

Caterina van Hemessen

¡Hola a todos! Me voy a presentar. Soy Caterina van Hemessen nací en Amberes (Bélgica) en 1528. Yo fui una de las primeras artistas del Renacimiento. Todo comenzó en el taller de mi padre. Todos los días iba a ver como trabajaba y un día decidí que quería pintar tan bien como él. 

A mi padre al principio no le gustó la idea, ya que en su taller todos los que estaban trabajando eran hombres. Hasta que un día me vio pintar en casa y pensó que si me formaba podría llegar a ser una gran artista. Uno de mis primeros cuadros fue este autorretrato que pinté cuando solo tenía 20 años.

(Museo de Arte de Basilea. Suiza)

A pesar de que la pintura era una de las cosas más importantes en mi vida, cuando me casé dejé todo esto atrás para poder dedicarme a las tareas de casa y a mi marido. Desgraciadamente, antes las mujeres no podíamos decidir tan libremente como lo hacéis ahora. 

Aunque...os contaré un secreto. Viajé mucho, pero el sitio más especial que visité fue España, con la corte de Carlos V. Me impactó tanto, que decidí retomar la pintura ayudando a mi padre a pintar el Retablo de Tendilla, que se expuso en el Monasterio de Santa Ana (Guadalajara):

(Museo de Arte de Cincinnati. EEUU)


He de contaros que además de pinturas religiosas realizaba muchos retratos, sobretodo de mujeres.


(Galería Nacional. Londres)
(Museo Fitzwilliam. Reino Unido)


















Y esto es todo. Espero que con esta información y la que os den mis compañeras podáis aprender mucho sobre el Renacimiento.

Sofonisba Anguissola

Hola, mi nombre es Sofonisba Anguissola. Nací en Cremona (Italia) en 1532. Desde pequeña, como a muchos de vosotros, me gustaba dibujar y pintar, sobretodo retratarme. Es decir, pintaba autorretratos, aquí me tenéis:


(Museo Lancut - Polonia)

También me gustaba retratar a otras personas...imaginaos si me gustaba que, una vez, pinté a mis hermanas mientras jugaban al ajedrez. Y no me quedó nada mal. Mirad, mirad:

(Museo Narodowe-Polonia)

Aunque por mi condición de mujer nunca pude montar un taller por mi cuenta, entré en el taller de Bernardino Gatti, donde Giorgio Vasari reconoció que realmente lo hacía muy bien y que era toda una artista.

Pero...aún hay una cosa que no sabéis, y es que yo estuve en España, cuando tenía 27 años, en la corte de Felipe II. Allí, el rey me encargó varios cuadros, pues decía que admiraba el trabajo que realizaba. Además, muy pronto me convirtió en profesora...¡Sí! Pude enseñar todo lo que sabía sobre pintura a personas importantes de la nobleza. Y por lo que cuentan...Todo el mundo estaba muy contento conmigo. Incluso enseñé a las hijas del rey, a las cuales pinté en 1570: 



 (Palacio de Buckingham - Londres) 

Si os gustan mis cuadros y queréis ver alguno de cerca, en España hay expuestos 3 de ellos, en el Museo del Prado (Madrid), entre los cuales podréis ver el famoso retrato a Felipe II:



Para que me conozcáis un poco más os contaré que, tras marchar de vuestro país, me casé con un hombre al cual, poco después, asesinaron los piratas. Más tarde me volví a casar, pero esta vez con con un capitán de barco que conocí en uno de mis viajes, aunque yo era mucho más mayor que él.

Para terminar, he de deciros que estos no son los únicos cuadros que pinté. Muchos de ellos no me dejaron firmarlos por la clase social a la que pertenecía, y por ello se los adjudicaron a hombres de una clase social más alta. Así que, si queréis saber cuáles son mis pinturas, tendréis que averiguarlo por vosotros mismos. 

Artemisia Gentileschi

 ¡Hola! Soy Artemisia Gentileschi, una de tantas mujeres no reconocidas en la época del renacimiento, como todas mis compañeras. Nací en Roma, el 8 de julio de 1593. Para que me conozcáis, os dejo un autorretrato.

 
(Colección privada)

Como la pintura me fascinaba, dediqué toda mi vida a ello. Aunque no estaba bien visto que una mujer pintase este tipo de cuadros, a mi me apasionaban los temas históricos y religiosos. Un ejemplo de ello es el nacimiento de San Juan Bautista, que lo podéis encontrar en el Museo del Prado de Madrid:


Tan solo tenía 17 años cuando realicé mi primer cuadro, al que llamé Susana y los viejos. ¿Qué os parece?

(Palacio de Weibenstein. Alemania)
Para ser el primero no está nada mal, ¿eh? Pues después de este cuadro, hice muchos más y, con 23 años, gracias a mi amigo Galileo Galilei conseguí ser la primera mujer en entrar en la gran Academia del Dibujo. 

Uno de los aspectos que me caracterizaba era que siempre intentaba representar en mis cuadros a mujeres que habían tenido un papel importante a lo largo de la historia para que, de esta forma, se tuviese más en cuenta el papel que ejercía esta en la sociedad del momento. Por ejemplo pinté a Judith decapitando a holofernes, mirad:

(Galleria Uffizi. Florencia)

Con el tiempo, mis obras tuvieron mucho éxito, y un gran número de personas importantes, como duques o condes, solicitaban que les realizase cuadros para su colección privada. Tal fue mi éxito en esta época, que yo, a diferencia de Sofonisba, conseguí abrir un taller en el que trabajaban una docena de ayudantes y aprendices a mi cargo.

Y con esto, os podéis hacer una idea de lo que fue mi vida. Si queréis saber más lo podéis hacer a través del vídeo que os presento a continuación dónde, además de resumir mi historia, aparecen otras de mis muchas obras.



Elisabetta Sirani

¡Hola chicos y chicas!  Me han contado que estáis estudiando el papel de la mujer en el mundo del Arte y, como yo de este tema entiendo mucho, vengo a contaos mi historia. Me presento...Soy Elisabetta Sirani, nací en Bolonia, en el año 1638. Aquí os dejo uno de mis autorretratos para que me conozcáis:

(Museo Pushkin. Moscú)

Aunque me gustaba la música y la poesía, mi especialidad, al igual que la de Artemisia, eran las pinturas históricas y las religiosas. Además, realizaba pequeños dibujos y grabados con lápiz y tinta. Aquí os pongo 2 ejemplos de ello.

(National Museums. Liverpool)
(Quadreria de Girolamini. Nápoles)

















Yo, como la mayoría de mis compañeras, no pude acceder a una academia de pintura por ser mujer. Sin embargo, tuve suerte porque mi padre tenía un taller en el cual aprendí mucho junto a mis hermanos. Pero, desgraciadamente, poco tiempo después, este quedó inválido por una enfermedad,  y por ello desde ese momento tuve que hacerme cargo de la familia y del taller. En el taller, trabajaba con otras 12 mujeres que con el paso del tiempo se convirtieron también en grandes artistas.


Para poder mantener a mi familia, comencé a pintar muchos cuadros. Los pintaba tan rápido que la gente no llegaba a creer que los hiciese yo sola. Esto me cabreaba tanto que en más de una ocasión decidí hacer demostraciones públicas en la calle, para que todos aquellos que lo pensaban cambiasen de opinión.

Gracias a ello, me conocían no solo en Italia, si no también en otros países de Europa. ¡Incluso duques y condes venían a visitar mi taller!


(Museo Nacional de Varsovia)
Pero cuando tenía 26 años tuve que dejar de pintar porque enfermé. Esto me entristecía porque era lo que más me gustaba hacer en la vida.

Y...hasta aquí puedo contar.

Ginevra Cantofoli

¡Hola a todos! Veo que ya habéis conocido a todas mis compañeras y yo no quería ser menos. Vengo a contaos mi historia por si os puede ayudar en vuestra investigación. Soy Ginevra Cantofoli, nací en Bolonia en el año 1618. Aquí os dejo un autorretrato para que me conozcáis.


Como sabéis, la imagen de la mujer en el Renacimiento no estaba bien valorada, por lo que no fue fácil dedicarme a lo que más me gustaba: la pintura. Sin embargo, Elisabetta Sirani me dio la oportunidad de aprender en su taller junto a otras 11 mujeres. Gracias a ello, pude convertirme en una gran profesional y llegar, con el paso de los años, a montar mi propio taller.

Al igual que Elisabetta, yo, como buena aprendiz, en mis cuadros representaba imágenes religiosas, como por ejemplo La cabeza de Juan Bautista:


Pero además de esto, a mi también me gustaba representar alegorías, como estas dos que os presento a continuación.


















Y hasta aquí llega nuestra aventura. Espero que os hayan parecido interesantes nuestras historias. Para despedirme os dejo un vídeo por si queréis saber un poquito más sobre la mujer en el Renacimiento.




 ¡Hasta pronto!